Ella es muy bonita, aunque siempre este oculta en ropas holgadas, y según mi hermana, no tiene mucho éxito con los chicos, creo que ni siquiera dio su primer beso. Como varias veces se quedo a dormir en casa, pude comprobar que bajo esas ropas grandes hay una figura esplendida en desarrollo. Ella es chiquitita, no debería medir mas de un 1.55, es morenita, con la piel levemente tostada. Su carita es de nena, inocentona, con labios carnosos y una sonrisa enternecedora, pero lo mejor de su cara son los ojos, de un azul que llaman demasiado la atención. Y mirándola cuando estaba en pijama, pude notar que su figura tranquilamente podría ser la envidia de cualquier mina, tiene una cinturita finísima, con una cola paradita y redondita, adamas de unos pechos bastante grandes, serán de unos 95 cm, pero como es de espalda chiquita, parecen mas grandes, como dos globos. La cosa es que nadie, principalmente los boludos de sus compañeros, se dieron cuenta de esto.
Como iba en un principio, mi primo Javier y yo (Ariel me llamo), estábamos mirando tele e íbamos por nuestra primer cerveza, cuando suena el timbre. Yo no esperaba a nadie, mis viejos estaban trabajando y mi hermana había faltado al colegio porque tenia que ir a la casa de mi tía, y no volvería hasta la tarde. Cuando fui a abrir, me encuentro con Pilar, que al verme se puso un poco colorada.